Hoy vamos a cubrir un tema que no creo que obtenga suficiente apreciación en el mundo de los criptogramas: contratos inteligentes.

Los contratos inteligentes son códigos de computadora que se ejecutan sobre un blockchain. Consisten en reglas bajo las cuales los participantes acuerdan interactuar unos con otros. Una vez que se cumplen las reglas predeterminadas, el acuerdo se aplica automáticamente. Son contratos de ejecución automática con los términos del acuerdo entre el comprador y el vendedor escritos directamente en líneas de código; Por lo tanto, ningún intermediario está involucrado. Hacen transacciones trazables, transparentes e irreversibles.

Las actividades financieras comerciales tradicionales requieren un intermediario que hace que el proceso sea costoso. Los contratos inteligentes eliminan al intermediario de la financiación comercial mediante el uso de la transmisión de pago comercial o el método de carta de crédito. Al eliminar a estos intermediarios, el proceso de financiamiento comercial es más directo, confiable, operativo y asequible para compradores y proveedores. 

El contrato inteligente viene equipado con la digitalización del archivo del Código Comercial Uniforme (UCC), una carta que un acreedor presenta interés en los bienes de alguien. Su digitalización significa que pueden guardar, liberar y renovar registros automáticamente cuando sea necesario. También permite automáticamente que los registros sean eliminados permanentemente por la ley si surge la necesidad.

El contrato inteligente requiere una cantidad de criptomoneda para completar. Los participantes agregan esta cantidad en el trato junto con la información que desean mantener en el registro. También definen las reglas, términos y condiciones antes de que se realice el contrato.

Un contrato inteligente puede funcionar como una sola entidad o con un grupo de otros contratos inteligentes. El único realizará tareas de forma independiente. Sin embargo, con un grupo, los usuarios pueden establecer un grupo de contratos inteligentes para que puedan confiar entre sí para completar las tareas.

Un contrato inteligente tiene tres partes principales con las que trabajar:

– La firma digital de las personas interesadas.

– Acceso completo a los términos del acuerdo.

– Términos y condiciones matemáticamente descritos.

Además de esto, debe haber una base de datos automatizada confiable, abierta y separada. Sin embargo, todos los datos de los contratos avanzados deben provenir de una fuente 100% confiable. Para garantizar esto, pueden usar diferentes software y protocolos avanzados como certificados de seguridad SSL de raíz y HTTPS.

Los contratos inteligentes en blockchain simplifican el complicado proceso de involucrar a varios intermediarios debido a la falta de confianza entre los participantes. De esta manera, los prestamistas pueden decidir rápidamente si aprueban la solicitud de crédito de un participante basándose en la información almacenada en una cadena de bloques.

Luego, se crea un contrato inteligente entre el banco del receptor, el concesionario y el prestamista, de modo que una vez que los fondos se entreguen al concesionario, el prestamista retendrá el título y el reembolso se iniciará según los términos acordados. La transferencia de propiedad sería automática a medida que la transacción se registra en una cadena de bloques. Luego, los participantes lo comparten entre ellos y pueden revisarlo en cualquier momento.

En conclusión, dado que los contratos inteligentes son automatizados y operados digitalmente, los participantes no tienen que perder tiempo procesando el papeleo. Además, los contratos inteligentes ejecutan transacciones automáticamente siguiendo reglas predeterminadas y los registros cifrados de esas transacciones se distribuyen entre los participantes. Esto no deja espacio para cuestionar si la información fue fabricada para beneficio personal.

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